Los precios de la electricidad y el gas se están disparando en toda Europa, con facturas que casi se duplican con respecto al año pasado en la mayoría de las capitales europeas, según los nuevos datos del Índice de precios de energía para el hogar, un rastreador mensual de los precios de la energía para los hogares en 33 capitales europeas, incluidas las 27 de la UE. Estados miembros y varios no miembros.
Según los datos recopilados por el HEPI, las facturas de gas natural en Europa aumentaron hasta un 111 por ciento durante el último año, y los precios de la electricidad subieron un promedio del 69 por ciento. En conjunto, Euronews calcula que estos dos representan un aumento total del 90 por ciento en las facturas de energía de los hogares durante el último año.
"[Los precios de la energía] significativamente más altos en comparación con hace un año... pueden atribuirse a una combinación de factores, como una mayor demanda relacionada con la recuperación económica posterior a la pandemia y condiciones climáticas extraordinarias, los precios récord del gas natural y permisos de emisión de CO2 elevados", señalaron los autores del último informe HEPI.
Las elevadas facturas energéticas están creando quebraderos de cabeza a los gobiernos europeos: se multiplican las huelgas y protestas y crece el descontento con las políticas energéticas.
El costo de vida en la mayor parte de Europa ya es exorbitante debido a la crisis energética y esta crisis solo empeorará después de que entren en vigor los embargos de la UE sobre el petróleo y los combustibles rusos.
En algunas partes de Europa, según el último informe HEPI, los precios de la energía han alcanzado máximos históricos, pero en otras, los precios han caído, al menos en octubre. La noticia no es tan buena como parece a primera vista: la caída fue el resultado de la intervención del gobierno, es decir, los subsidios a la energía.
Ha habido muchos subsidios a medida que los gobiernos europeos intentan aliviar el dolor financiero de los hogares y las empresas para evitar un mayor descontento. Solo Alemania gastará unos 200.000 millones de dólares en tales medidas de supervivencia, incluido un tope en los precios de la energía hasta un cierto nivel de consumo.
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