La gran competencia de poder de Estados Unidos contra China está cobrando impulso a medida que el Pentágono planea desplegar una flota de bombarderos B-52 con capacidad nuclear en el norte de Australia en lo que se denomina una "señal" a Beijing, informó Australian Broadcasting Corp.
“Tener bombarderos que puedan alcanzar y potencialmente atacar China continental podría ser muy importante para enviar una señal a China de que cualquiera de sus acciones sobre Taiwán también podría expandirse aún más”, dijo Becca Wasser del Center for New American Security a ABC.
El programa de actualidad de la emisora australiana, Four Corners, reveló los documentos estadounidenses que detallan hasta seis bombarderos B-52 con capacidad nuclear que se desplegarán en la base aérea de Tindal, al sur de Darwin, en el Territorio del Norte de Australia. La base aérea también recibiría 100 millones de dólares en mejoras para las áreas de mantenimiento y estacionamiento de los bombarderos, que se espera que estén terminadas para 2026.
"La capacidad de desplegar bombarderos de la Fuerza Aérea de EE. UU. en Australia envía un fuerte mensaje a los adversarios sobre nuestra capacidad para proyectar poder aéreo letal", dijo la Fuerza Aérea de EE. UU. a Four Corners.
Mientras tanto, el senador de los Verdes, David Shoebridge, tuiteó:
“Esta es una escalada peligrosa. Hace que Australia sea una parte aún mayor de la amenaza mundial de las armas nucleares para la existencia misma de la humanidad, y al aumentar las tensiones militares, desestabiliza aún más nuestra región”.
This is a dangerous escalation. It makes Australia an even bigger part of the global nuclear weapons threat to humanity’s very existence - and by rising military tensions it further destabilises our region https://t.co/OTSSfV25fJ
— David Shoebridge (@DavidShoebridge) October 30, 2022
Los bombarderos pesados de largo alcance envían una "señal clara a los chinos" de que los estadounidenses y sus aliados están "planeando una guerra con China", explicó a Richard Tanter, investigador asociado principal del Instituto Nautilus y activista antinuclear. Cuatro esquinas.
Un artículo de opinión reciente en Australian Financial Review titulado "Las alianzas de Australia en Asia son una historia de dos regiones" señala que las restricciones de chips de la administración Biden sobre China para aplastar sus capacidades tecnológicas "es inequívocamente una nueva guerra fría". Dijo que Australia tiene un complicado acto de malabarismo para atender a su principal socio comercial, China, y a su principal socio de seguridad, EE. UU., mientras que Washington presiona a Canberra y otros países de la región para que se distancien de Beijing.
Además de los bombarderos, Australia, el Reino Unido y los EE. UU. anunciaron recientemente un nuevo acuerdo de seguridad conocido como AUKUS, que permite al ejército australiano adquirir una flota de submarinos nucleares para 2040.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Zhao Lijian, respondió a la noticia el lunes y no estaba muy emocionado:
"La medida de Estados Unidos aumenta las tensiones regionales, socava gravemente la paz y la estabilidad regionales y puede desencadenar una carrera armamentista en la región".
La presencia cada vez mayor del ejército estadounidense en el norte de Australia muestra la búsqueda de Washington para construir un " círculo de amigos" de bombarderos y aviones de combate furtivos en China.
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